En Burgos, una ciudad con un tejido industrial consolidado y en constante evolución, la impresión 3D en resina está emergiendo como una alternativa tecnológica eficaz a la tradicional inyección plástico. Esta solución permite a las empresas reducir tiempos, costes y dar un salto cualitativo en innovación.
A diferencia del proceso de inyección plástico, que requiere moldes costosos y plazos largos, la impresión 3D permite generar prototipos en cuestión de horas directamente desde archivos CAD. En Burgos, donde sectores como la automoción, la maquinaria y la alimentación son clave, esta agilidad resulta especialmente valiosa.
La impresión en resina permite fabricar piezas con geometrías complejas y altos niveles de detalle que serían difíciles o imposibles de conseguir mediante inyección plástico. Esta capacidad está siendo aprovechada por empresas en Burgos para desarrollar productos innovadores, personalizados y más eficientes.
